Como instrumento para poder hacer frente a la actual crisis financiera mundial, La UE elaboró el Plan Europeo de Recuperación Económica, cuyos principales objetivos son el de estimular la demanda, generar confianza y conseguir una Europa competitiva que nos lleve a convertirnos en la primera potencia mundial.
El Plan Europeo de Recuperación Económica pretende intervenir en los cuatro ámbitos prioritarios de la estrategia de Lisboa, como son: ciudadanos, empresas, infraestructuras y energía, investigación e innovación.
Protegiendo a los ciudadanos mediante la aplicación de políticas centradas en la mejora de la calidad en el trabajo y en los trabajadores. Propuestas como el apoyo al empleo y la creación de demanda de mano de obra.
En cuanto a las medidas puestas en marcha hacia las empresas. La UE pretende poner en práctica las ayudas destinadas a reducir las cargas administrativas para las PYME; mejorar el acceso a la financiación y el fomento de la iniciativa empresarial, y la puesta en marcha de la Ley Europea de la Pequeña Empresa.
En infraestructura y energía, se busca el impulso de la eficiencia energética. Inversión en infraestructuras, como medios de transporte más ecológicos. Creación de nuevas empresas basadas en la economía verde. Sobre todo el aumento de las inversiones para la modernización de las Infraestructuras Europeas.
En investigación y desarrollo, la UE es consciente que en tiempos difíciles invertir en I+D es una apuesta segura para salir fortalecidos de la actual inestabilidad económica. Así pretende incrementar las inversiones en I+D, innovación (2.009 es el año Europeo de la Innovación) y Educación. Mediante estas inversiones se pretenderá innovar sectores tan fuertemente afectados por la crisis como el de la construcción (con la “Iniciativa europea por unos edificios energéticamente eficientes”), y el sector del automóvil (“Iniciativa europea por unos coches verdes”).
La política de cohesión para el período de 2.007 -2.013 busca la coherencia entre las propuestas iniciadas por la UE y las realizadas en los Estados miembros, es decir pretende coordinar ambas actuaciones para que las medidas realizadas sean supervisadas y lleguen al destino para el que fueron creadas. “Será importante que se mantenga este esfuerzo a lo largo del período 2.007-2013 y que los recursos no se reorienten hacia ámbitos menos prioritarios”.
Mediante la simplificación de los programas llevados a cabo, tanto a nivel nacional PNR (Plan Nacional de Reforma) y los llevados a cabo mediante la política de cohesión europea, se conseguirá un mejor seguimiento en los programas establecidos.
En mi opinión es importante esa implicación que se demanda de los Estados miembros, que deberán responder de la efectividad de cada una de las iniciativas. Creo que es una consecuencia del escaso conocimiento por parte de los ciudadanos de las actuaciones europeas, que llegan de manera difusa al ciudadano.
Mi valoración personal, y como propietaria de una PYME del sector servicios, considero que, aunque las propuestas establecidas en el Plan Europeo de Recuperación Económica son apuestas decididas, las ayudas que se concretan en iniciativas nacionales no reflejan todavía las presentadas en este plan, que se anuncia como un estímulo para superar la crisis. Las actuaciones nacionales como la reducción de un 5% en el Impuesto de Sociedades de las PYME son insuficientes y no reflejan la idea del señor Jose Manuel Durao Barroso que manifestó en noviembre del 2.008: “La Comisión refuerza hoy esta plataforma de actuación conjunta con un plan destinado a contener la magnitud de la desaceleración, estimular la demanda y generar confianza, salvando cientos de miles de puestos de trabajo y manteniendo la actividad de empresas pequeñas y grandes, a la espera de que se establezca el crecimiento”.
La importancia de la Estrategia de Lisboa es fundamental si queremos que las acciones se concreten de forma eficiente y los ciudadanos podamos ver en nuestro entorno social y económico los fines pretendidos por la Estrategia de Lisboa.
En cuanto a las medidas puestas en marcha hacia las empresas. La UE pretende poner en práctica las ayudas destinadas a reducir las cargas administrativas para las PYME; mejorar el acceso a la financiación y el fomento de la iniciativa empresarial, y la puesta en marcha de la Ley Europea de la Pequeña Empresa.
En infraestructura y energía, se busca el impulso de la eficiencia energética. Inversión en infraestructuras, como medios de transporte más ecológicos. Creación de nuevas empresas basadas en la economía verde. Sobre todo el aumento de las inversiones para la modernización de las Infraestructuras Europeas.
En investigación y desarrollo, la UE es consciente que en tiempos difíciles invertir en I+D es una apuesta segura para salir fortalecidos de la actual inestabilidad económica. Así pretende incrementar las inversiones en I+D, innovación (2.009 es el año Europeo de la Innovación) y Educación. Mediante estas inversiones se pretenderá innovar sectores tan fuertemente afectados por la crisis como el de la construcción (con la “Iniciativa europea por unos edificios energéticamente eficientes”), y el sector del automóvil (“Iniciativa europea por unos coches verdes”).
La política de cohesión para el período de 2.007 -2.013 busca la coherencia entre las propuestas iniciadas por la UE y las realizadas en los Estados miembros, es decir pretende coordinar ambas actuaciones para que las medidas realizadas sean supervisadas y lleguen al destino para el que fueron creadas. “Será importante que se mantenga este esfuerzo a lo largo del período 2.007-2013 y que los recursos no se reorienten hacia ámbitos menos prioritarios”.
Mediante la simplificación de los programas llevados a cabo, tanto a nivel nacional PNR (Plan Nacional de Reforma) y los llevados a cabo mediante la política de cohesión europea, se conseguirá un mejor seguimiento en los programas establecidos.
En mi opinión es importante esa implicación que se demanda de los Estados miembros, que deberán responder de la efectividad de cada una de las iniciativas. Creo que es una consecuencia del escaso conocimiento por parte de los ciudadanos de las actuaciones europeas, que llegan de manera difusa al ciudadano.
Mi valoración personal, y como propietaria de una PYME del sector servicios, considero que, aunque las propuestas establecidas en el Plan Europeo de Recuperación Económica son apuestas decididas, las ayudas que se concretan en iniciativas nacionales no reflejan todavía las presentadas en este plan, que se anuncia como un estímulo para superar la crisis. Las actuaciones nacionales como la reducción de un 5% en el Impuesto de Sociedades de las PYME son insuficientes y no reflejan la idea del señor Jose Manuel Durao Barroso que manifestó en noviembre del 2.008: “La Comisión refuerza hoy esta plataforma de actuación conjunta con un plan destinado a contener la magnitud de la desaceleración, estimular la demanda y generar confianza, salvando cientos de miles de puestos de trabajo y manteniendo la actividad de empresas pequeñas y grandes, a la espera de que se establezca el crecimiento”.
La importancia de la Estrategia de Lisboa es fundamental si queremos que las acciones se concreten de forma eficiente y los ciudadanos podamos ver en nuestro entorno social y económico los fines pretendidos por la Estrategia de Lisboa.
1 comentario:
¡Hola, Yolanda!
Muy interesante tu blog.
He entrado para invitarte a la lectura del MANIFIESTO POR LA SOLIDARIDAD que tendrá lugar frente al Ayto. de Pilar de la Horadada el próximo domingo 24 de mayo a las 13:00 horas.
Por favor, si puede ser, acude. ¡Te esperamos!
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